Concierto de la orquesta sinfónica CEDROS Universidad Panamericana

La Embajada de México y el Colegio CEDROS de la Universidad Panamericana (UP) organizaron el 22 de julio el concierto de la orquesta sinfónica CEDROS en el VIGADÓ, una de las salas más representativas de Budapest, construida en 1859, situada en el corazón de Budapest, junto al río Danubio. 

El concierto fue la primera etapa de una gira centroeuropea, después de la capital húngara siguieron hacia Viena, Praga y Cracovia. 

A partir de marzo, la Embajada de México empezó a proporcionar ayuda en la organización del evento musical; en el apoyo logístico en cuanto a elaboración de contratos, invitaciones y difusión del evento. 

La orquesta sinfónica Cedros-UP está conformada por jóvenes mexicanos de entre 8 y 20 años de edad, representa un trabajo musical único en México. En este concierto tocaron 70 jóvenes bajo la batuta del director de orquesta Dr. Gabriel Pliego.

Participaron en el evento alrededor de 400 personas, entre ellos funcionarios del gobierno de Hungría, la comunidad mexicana y turistas. Todos coincidieron en mencionar el nivel profesional de los músicos. 

La Emb. Isabel Téllez inauguró el evento, saludó a los presentes, felicitó al Dr. Gabriel Pliego por los esfuerzos realizados, quien además de ser director de la orquesta funge como director de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Panamericana. Sus alumnos reciben clases individuales de cualquiera de los instrumentos que conforman la orquesta y tienen una fuerte carga de ensayos, además de teoría musical. El trabajo de la orquesta simboliza la labor en conjunto de maestros, padres de familia y alumnos con la finalidad de fomentar una mejor sociedad, agregó la Embajadora. 

El Dr. Gabriel Pliego después tomó la palabra, enfatizó la importancia de la música, sobre todo considerando los tiempos difíciles actuales, cuando el mundo está lleno de violencia. 

Los músicos tocaron piezas de compositores mexicanos y latinoamericanos, como Arturo Márquez, José de Jesús Martínez, Samuel Zyman, entre otros. Resultó interesante cuando el Doctor Pliego antes de algunas piezas explicó, de manera didáctica, el significado de la obra, como por ejemplo antes de la pieza Sensemayá (canto para matar a una culebra) de Silvestre Revueltas. El concierto terminó con la pieza clásica de Huapango de José Pablo Moncayo. 

Después del concierto, la Embajada de México ofreció una recepción para 120 personas, que incluyó a los músicos, maestros, padres de familia y a los invitados especiales en la terraza panorámica.

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